miércoles, 18 de marzo de 2015

LOS NIÑOS INQUIETOS NECESITAN AUTORIDAD Y LIMITES CLAROS



LOS NIÑOS INQUIETOS NECESITAN AUTORIDAD Y LIMITES CLAROS

Los niños inquietos o mejor conocidos como niños terremoto, niños bala, latosos, traviesos, liantes….pueden poner de cabeza a los adultos y sin embargo, en un grupo de niños suelen ganarse la simpatía y tomar el liderazgo.
 

  ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN A LOS NIÑOS INQUIETOS? ¿QUÉ TIPO DE LÍDER NECESITAN? ¿CÓMO ENSEÑARLES A TENER MAYOR DOMINIO PROPIO?
Te muestro unas pautas concretas para tratarles y sacar a relucir sus mejores cualidades, basadas en principios de disciplina positiva.

 CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS INQUIETOS:
Están más interesados en la acción y los resultados, que en sus emociones  o su mundo interno.
Les gusta ser el centro de atención
Tienen mucha energía física y les gusta estar en constante movimiento
Quieren tener siempre la razón, no suelen tomar bien las correcciones y tienen tendencia a ser dominantes.
Cuando están descontrolados suelen portarse mal, soltar palabrotas ó empezar a amenazar a los demás.
Tienden a la burla, especialmente de otros niños más lentos ó menos capaces que ellos
Si no se “salen con la suya” pueden hacer grandes pataletas.
Les cuenta trabajo centrarse en cualquier actividad que implique estar sentados y sólo escuchando.
Cuando tenemos un niño inquieto descontrolado, nos podemos sentir muy frustrados o preocupados al ver cómo se empeña en salirse siempre con la suya, cómo se mete en problemas, cómo rompe cosas ó por las constantes quejas en el colegio y/o de parte de otros padres.
Sin embargo, estos niños, por sus características, pueden llegar a convertirse en buenos líderes, con el debido a poyo de sus padres y/o profesores.
 

 ¿POR QUÉ PUEDEN LLEGAR A SER BUENOS LÍDERES?
Son niños que no tienen miedo a decir lo que piensan, la vergüenza no es una barrera para ellos, toman acción y hacen que las cosas ocurran, cuentan con mucha energía, les gusta tomar responsabilidad, son naturalmente atractivos para otros niños/as.
Para poder convertirse en buenos líderes y ser una influencia positiva para los demás, tienen que ser, a su vez dirigidos y liderados de la manera que ellos necesitan.

CÓMO LIDERAR A UN NIÑO INQUIETO:
Los niños inquietos respetan a un líder seguro de sí mismo y competente. Por ello, es importante que los padres y/o profesores procuren no mostrar debilidad, indecisión o inseguridad.
Siempre tienen que saber de antemano cuál es el plan, cuales son las normas y quien manda.
Podemos evitar llegar a los gritos y castigos cuando el niño tiene muy claro cuál es el “plan de acción” ó lo que se espera de él y que tenga un líder en quien confiar.
Es importante, escuchar su opinión, incluso tomar en cuenta sus sugerencias, pero debe tener claro que los que tenemos la última palabra somos los adultos.
Es muy desgastante tanto para los padres como para el crío, sólo señalar de forma general lo que NO hace bien:
“Mira nada más cómo tienes tu habitación, parece un nido de ratas”

“¿PORQUE SIEMPRE JUGANDO A ÚLTIMA HORA? SIEMPRE LLEGAMOS TARDE POR TU CULPA”
En lugar de esto, es mejor  decirles de manera clara y directa lo que queremos de ellos. Ejemplo:
“Cuando terminaste de jugar con el lego, se quedaron las piezas tiradas en el salón y quiero que las recojas y la pongas en su caja, te ayudaré a hacerlo…y te pones junto con él a recoger.
“Veo que sigues jugando y quiero que te prepares para marcharnos de casa” y tomas acción acercándole los zapatos, sacando la chaqueta….etc.

DEL DESCONTROL AL DOMINIO PROPIO
Los niños inquietos tienen que tener claro dónde están los límites, más que cualquier otro niño.
No es conveniente darle muchas opciones a elegir ó que vea que cambiamos de opinión o que cedemos ante determinadas conductas.
Necesitan mucha supervisión, normas, líderes y acción.
Los deportes y los equipos supervisados son muy buenos para ellos. Si los dejas solos por mucho tiempo, pueden volverse mandones, meterse en líos y meterán en líos a los demás.
Quizás suene un estilo autoritario, pero no hablo de un aprendizaje basado en las amenazas, el dominio y el miedo, sino de una necesidad de tener una estructura clara de hasta dónde pueden llegar y de quien manda, ya que, de otro modo tenderá a querer tomar el control ellos mismos.
Tener mucha actividad diaria les agotará y hará que canalicen mejor sus energías y que puedan dormir bien.
La clave para motivarles es darle un puesto de responsabilidad. Asignarles un papel de liderazgo con directrices claras, saca a relucir sus mejores cualidades.
Cuando esté con un grupo de niños y queremos que coopere lo mejor es que sea el primero, hacer que ayude a otros ó sea el encargado de algo, en la medida de lo posible.

APRENDEN MUCHO MEJOR PARTICIPANDO Y HACIENDO COSAS, QUE ESCUCHANDO
El “tiempo fuera” o quedarse un tiempo a solas, es una técnica que les ayuda cuando están descontrolados y necesitan una reorientación.
Les gusta mucho competir y eso podemos usarlo a nuestro favor, retándolo  por ejemplo haber quien recoge antes los juguetes.
El reconocimiento es algo muy importante para ellos, no olvidemos de felicitarle y reconocer sus logros.
Los niños inquietos tienen que sentir que los necesitamos y que podemos confiar en ellos.
Dándoles la estructura que ellos necesitan, se sienten cada vez más seguros de sí mismos y se pueden volver más sensibles, compasivos y generosos. Se vuelven más pacientes y pueden influir positivamente en la vida de los demás, convirtiéndose en grandes líderes.

Por: Tania Encalada
18 de marzo del 2015

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