martes, 10 de marzo de 2015

AUTAS PARA EDUCAR LA FUERZA DE VOLUNTAD



10 PAUTAS PARA EDUCAR LA FUERZA DE VOLUNTAD

La fuerza de voluntad es la capacidad de centrar nuestra atención y esfuerzo en algo para conseguir unas metas. La fuerza de voluntad nos va a permitir sacar el máximo partido de nuestra capacidad de esfuerzo, no rendirnos ante las dificultades y ser constantes en la consecución de nuestros sueños y/o metas.
La sociedad en la que vivimos, suele fomentar el valor contrario, priman las cosas fáciles conseguidas sin esfuerzo. El éxito parece consistir en eso, siendo la realidad muy diferente. Muchos de nuestros pequeños no tienen fuerza de voluntad para perseguir sus metas, creen que se esfuerzan cuando realmente no es así, no son capaces de ver el valor de su propio esfuerzo y tienden a abandonar cuando perciben dificultades.
 

   La fuerza de voluntad como clave para lograr sus metas
Son muchas las ocasiones en las que para conseguir alcanzar nuestras metas tenemos que esforzarnos por ello. Nuestro desarrollo personal depende de nuestro propio esfuerzo. Este es un camino que en muchas ocasiones se nos vuelve difícil de transitar y no nos permite ir a la velocidad que desearíamos. Pero cada obstáculo, cada dificultad se puede solventar con esfuerzo y nos va a suponer un importante aprendizaje.
Nuestros niños, están acostumbrados a obtener lo que quieren sin apenas esfuerzo, es por ello que cuando tienen que esperar y tienen que intensificar su esfuerzo suelen abandonar. El éxito inmediato no siempre es posible, educarles para desarrollar su fuerza de voluntad y su capacidad de esfuerzo, supone darles una valiosa herramienta para lograr sus metas y para su bienestar.

Beneficios de educar la fuerza de voluntad

  • Aprendan a valorar sus logros.
  • Aumentará su autoestima, se percibirán auto competentes, atribuyendo los éxitos a su propia conducta y capacidad.
  • Descubrirán la satisfacción que produce ser responsables de sus metas.
  • Serán personas constantes y fuertes, con competencia.
  • Tendrán la capacidad de afrontar las dificultades.
  • Se convertirán por lo tanto en adultos fuertes, con capacidad para proponerse fines y luchar por lograrlos.
  • Sabrán lo que quieren y no tendrán miedo en conseguirlo.

Educar la fuerza de voluntad
Buscan y anhelan el camino fácil, pero no siempre las cosas son sencillas. Es nuestra labor enseñarles a enfrentarse a las dificultades y aprender a superarlas. Nuestra labor como educadores no consiste en librarles de las dificultades o hacerles más fáciles las tareas.

Sirve de ejemplo-. Demuéstrales que te esfuerzas y tienes fuerza de voluntad para lograr tus propias metas.
Proponles metas a corto plazo, que vean los resultados de su esfuerzo, si la consecución de la meta se prolonga demasiado, puede que no vean los logros y se desmotiven. Es importante que comprueben los efectos positivos de su esfuerzo, al menos en los primeros momentos.

Ponles metas que supongan cierto esfuerzo por su parte, pero que sean alcanzables por ellos. Es importante lograr este equilibrio en la dificultad de los objetivos, ya que si no suponen esfuerzo no desarrollan su fuerza de voluntad. Por el contrario si resultan ser inalcanzables se desanimarán.

No les evites las dificultades, tampoco se lo pongas más difícil apropósito. Cuando aparezca una dificultad, evita ponérselo fácil, anímale a que se esfuerce, hazle saber que tú crees que puede hacerlo. Anímale a esforzarse y superar esas dificultades.

No hagas todo por ellos, deja que se hagan responsables de sus cosas, que se enfrenten a sus tareas diarias y a sus responsabilidades.

Exígeles, pero combina tus exigencias con cariño y comprensión.

Enséñale como puede hacerlo, pero deja que lo haga solo.

Refuerza positivamente los pequeños logros que alcance. Hazle saber que valoras su esfuerzo cuando supere sus dificultades y logra sus objetivos.



   
Déjales decidir sus propios compromisos y apóyale para que los cumpla. Por ejemplo: sí que el pequeño decida que deporte quiere practicar, pero debemos animarle para que no abandone éste deporte si se cansa, si no cumple sus expectativas o si supone una dificultad y un esfuerzo que no esperaba.

No les presiones, ni les impongas. Cuando el pequeño este frustrado ante una dificultad, se comprensivo y ten paciencia. Pero no dejes que abandone.
 

 
Por: Tania Encalada
10 – 03 – 2015

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