miércoles, 18 de marzo de 2015

RAZONES POR LAS QUE LOS ALUMNOS NO TE ESCUCHAN MIENTRAS LES ENSEÑAS



5 RAZONES POR LAS QUE TUS ALUMNOS NO TE ESCUCHAN MIENTRAS LES ENSEÑAS

¿Hablas y no te escuchan? ¿Explicas y no te hacen ni el más mínimo caso? ¿Tienes la sensación de que estás hablando a las paredes? ¿Estás harto de hablar y que ningún alumno ni siquiera te mire a los ojos? No te preocupes, en mayor o menor medida es algo que todos hemos experimentado en alguna sesión lectiva. Sin duda se trata de una sensación frustrante y que genera una gran impotencia.
Pues bien, si te cuesta que tus alumnos te escuchen, te pido que sigas leyendo este artículo porque en él te voy a desvelar algunas claves y, cómo no, te daré algunos consejos muy prácticos para que los apliques en tus sesiones lectivas. ¿Me acompañas?

¿POR QUÉ TUS ALUMNOS NO TE ESCUCHAN EN CLASE?

1. Clase magistral. Si quieres que tus alumnos te escuchen, debes empezar por reducir al máximo lo que se entiende por clase magistral, aquella clase en la que tú hablas y tus alumnos te escuchan. Muchas veces te quejas de que tus alumnos no prestan atención a tus enseñanzas y es por una razón muy sencilla. Hablas más tiempo del que tus alumnos son capaces de aguantar. Sí, es así. Te guste o no. Piensa en ti por un momento. ¿Serías capaz de escuchar de forma ininterrumpida lo que dura una sesión lectiva? Déjame que te dé la respuesta: No. Entonces, no quieras para tus alumnos aquello que ni tú eres capaz de cumplir. De ahí que te recomiende:

  • No superar los 10 minutos de explicación unidireccional.
  • Realizar pausas. Durante estas pausas puedes aprovechar para contar una historia a una anécdota.
  • Utiliza imágenes y vídeos para rebajar el contenido teórico. 


2. Silencio. ¿Cómo es posible que pidamos silencio en una clase con más de veinte alumnos? Si lo piensas bien, es un auténtico disparate. Así que olvídate de una vez por todas del yo hablo y tú te callas. No funciona. Es un tipo de enseñanza que para esta generación de alumnos ha quedado obsoleta. Si quieres que tus alumnos te presten atención, debes hacer que participen activamente en tus clases. Cédeles el protagonismo todo lo que puedas. Deja que durante la sesión lectiva adquieran ellos también el rol de docentes. Por eso:

  • Parte de una evaluación inicial. Descubre lo que saben tus alumnos de aquello que todavía no les has enseñado.
  • Intercala preguntas abiertas mientras enseñas.
  • Fomenta el diálogo no entre docente-alumno, sino entre alumno-alumno.
  • No pidas a tus alumnos que se callen. Pídeles que participen activamente con sus aportaciones, con sus aciertos y también con sus errores.


3. Repetición. Lo peor que puedes hacer, aparte de hablar sin parar en tu sesión lectiva, es repetir constantemente aquello que enseñas. Si a ti no te gusta que te repitan las cosas varias veces, ¿cómo puedes pensar que a tus alumnos les vaya a gustar? La repetición es el mayor enemigo de la escucha activa. La repetición sirve para mecanizar destrezas y procedimientos, pero no sirve para los contenidos teóricos. Para evitar repetir tus enseñanzas, lo que debes hacer es:

  • Recapitular
  • Parafrasear
  • Sintetizar
  • Reformular
  • Explica lo mismo, pero sin explicar lo mismo. Haz que cada enseñanza que les das a tus alumnos parezca la primera y la última.


4.  Utilidad. ¿Te has preguntado alguna vez si aquello que enseñas les servirá de algo a tus alumnos en un futuro a corto o medio plazo? En el caso que aquello que enseñes sea útil, ¿cómo lo vendes en el aula? ¿Qué aplicación le das a la vida real? Difícilmente conseguirás que tus alumnos te escuchen, si no son capaces de ver para qué sirve aquello que les enseñas. Es por ello que te recomiendo que:

  • No enseñes en clase aquello que puedan aprender por sí mismos.
  • Enseña el menor contenido posible.
  • Cíñete en clase en los procedimientos más que en los contenidos.
  • Transforma la clase magistral en aprendizaje cooperativo.
  • Contextualiza el aprendizaje de tus alumnos, es decir, haz que cuando vayan a sus casas tengan la curiosidad de poner en práctica aquello que han aprendido en tu clase. 


5. Aburrimiento. Desengáñate. Escuchar aburre. Si, aburre y mucho. Cada vez nos cuesta más escuchar, sobre todo escuchar de forma activa. De hecho, tus alumnos no tienen la más mínima predisposición a la escucha activa. Les enseñas en un contexto totalmente irreal, es decir, les obligas a escuchar cuando tú quieres o cuando te han dicho que deben hacerlo. Tus alumnos siempre te escuchan por imposición. Saben de antemano quién les va a hablar, de qué les va a hablar y cuánto tiempo les va a hablar. A mí, si me permites la expresión, me parece demoledor y desolador. Entonces, ¿cómo puedes sobrellevar esta predisposición al aburrimiento? La solución es tu mayor reto:

  • Pasión por lo que enseñas y cómo lo enseñas.
  • Entusiasmo a la hora de hacerles ver que lo que les enseñarás será una experiencia que formará parte inequívoca de sus vidas.
  • Creatividad contra el aburrimiento y la previsibilidad. 
  • Imaginación para adquirir nuevos conocimientos a partir de lo que son capaces de aprender por sí mismos.
  • Escuchar, ¿para qué? 
  • Tengo la sensación de que todo este artículo se podría resumir en una sola palabra: auto concepto. Tú piensas que no te escuchan cuando en realidad es tu auto concepto de lo que creías que era dar una clase la que te lleva a estar equivocado. Cuando enseñas pides que te escuchen, que les interese, que lo entiendan, que lo memoricen y recuerden y que, además, lo hagan cuando tú quieres y en silencio. Si cambias el concepto de cómo te enseñaron que debía ser una sesión lectiva, muy probablemente vivirás tus clases de una forma extraordinariamente distinta y podrás empezar a disfrutar no del silencio, sino de la participación, no de lo que dices, sino de lo que escuchas de tus alumnos. Acabaré con esta frase de Martin Seligman que tanto me gusta recordar cuando entro en una de mis clases:
  • Se puede cambiar lo que se siente, cambiando lo que se piensa


Por: Tania Encalada
18 de marzo del 2015

Psicología del color.



Psicología del color.

¿Alguna vez te has preguntado por qué razón tienes un color favorito? La respuesta es más simple de lo que imaginas: los colores tienen la propiedad de reflejar gustos, estados de ánimo y otros aspectos importantes de nuestra vida y nuestra personalidad, por lo tanto, de acuerdo a nuestro estado emocional nos sentimos atraídos hacia algunos colores específicos.

Si quieres conocer el significado de tu color favorito, ubícalo en nuestra lista y a continuación descubre su descripción.
   

Color Amarillo: Te caracterizas por ser una persona curiosa, investigadora e intelectual. Te estimula el mundo de las ideas y deseas rodearte de personas con las cuales puedas mantener una conversación profunda e interesante. La mayor parte de tus acciones, pensamientos y decisiones las estableces dándole un claro predominio a lo que consideras lógico y racional.

Color Índigo: Te caracterizas por ser una persona bondadosa, amorosa, espiritual y con un interés verdadero en mejorar en muchas facetas de su vida. Sientes que recorres un camino de aprendizaje y que con cada nueva experiencia se nutre tu vida. Eres una gran observadora y tienes un sentido de la intuición muy acertado que orienta de manera precisa muchas de las decisiones más importantes de tu vida.

Color Rosa: Te caracterizas por ser una persona aventurera, soñadora y viajera por naturaleza. Te estimula el movimiento y asistes a la vida con la misma alegría que un niño a un parque de diversiones. Tienes la habilidad de poder ver lo mejor de las demás personas y potencializar sus habilidades.

Color Naranja: Te caracterizas por ser una persona entusiasta, divertida y con un gran sentido del humor. Tienes una sensibilidad muy desarrollada que te permite generar empatía con las demás personas y percibir el mundo de una manera más especial e intensa. Has desarrollado un gran sentido de la estética, por lo tanto tu mundo, tus espacios y cada una de las cosas que haces y creas tienen impreso tu sello personal.

Color Dorado: Te caracterizas por ser una persona con una clara orientación al logro. Sabes que es lo que quieres y también sabes que es justamente lo que debes hacer para lograrlo y no paras hasta conseguirlo. Tu fuerza de carácter es tu principal herramienta y una de tus mayores habilidades es la de enseñar por medio del ejemplo.

Color Azul: Te caracterizas por ser una persona sincera, directa y con grandes habilidades para todas las actividades que impliquen alguna forma de creación y expresión: escribir, cantar, pintar, interpretar instrumentos musicales o incluso cocinar o decorar. Valoras la honestidad y se te hace muy difícil recuperar la confianza en alguien a quien descubres engañándote.

Color Verde: Te caracterizas por ser una persona en una constante búsqueda de paz. Quieres tranquilidad y armonía en tu mundo y por esta razón eres una persona justa, razonable y has desarrollado un gran talento para mediar en conflictos. Tu principal reto es aceptar y procesar completamente tu realidad, pues en ocasiones tienes la tendencia a negar obstinadamente aquellas cosas que te molestan o perturban, pensando en que si no les prestas atención, quizá se resuelvan por si solas.

Color Violeta: Te caracterizas por ser una persona entusiasta e impulsiva que siempre está en la búsqueda de nuevas y estimulantes experiencias y aventuras. Eres una persona naturalmente creativa con un talento innato para encontrar siempre nuevas y mejores maneras de hacer las cosas. Pasas mucho tiempo pensando en el futuro, razón por la cual podrías llegar a ser muy distraída y olvidadiza.

Color Rojo: Te caracterizas por ser una persona con mucha energía, alegría y vitalidad. Te gusta sentirte vivo a través de experiencias intensas y valoras tu independencia más que cualquier otra cosa en el mundo, por esta razón prefieres optar por trabajos y profesiones donde puedas ser autónomo y desarrollar todo tu potencial creativo, pues de los contrario te frustras y te sientes ahogado.

Por: Tania Encalada
18 de marzo del 2015
 

TABLA PARA MEJORAR LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS



TABLA DE PUNTOS PARA MEJORAR LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS
Son muchas las ocasiones en las que la conducta de nuestros niños no es la deseada. Los pequeños protestan para ir al baño, tampoco quieren recoger los juguetes, la hora de irse a dormir o la comida se convierten en una lucha constante y difícil de superar.
Estas conductas de nuestros pequeños suelen desembocar en gritos, llantos y castigos, pero la situación no cambia y la conducta no mejora, llegando a convertirse en un importante desafío para muchas familias. Veamos cómo podemos mejorar la mala conducta de los niños a través de la tabla de puntos. 

Mejorar la conducta de los niños
Es posible mejorar la mala conducta de los niños. Pero utilizando gritos, amenazas y castigos nos estamos equivocando y conseguimos el efecto contrario, incrementando aún más las malas conductas. Sí algo no funciona 
  

 ¿POR QUÉ SEGUIMOS HACIENDO LO MISMO?
Para mejorar la conducta de los niños tenemos que empezar por cambiar nuestra forma de actuar ante estas situaciones. Cambiar nuestra conducta y nuestros métodos es el primer paso para modificar la conducta de los niños. Usando estrategias basadas en el refuerzo positivo y eliminando el castigo los resultados son mucho más positivos.
En este sentido podemos emplear las tablas de puntos para modificar las malas conductas de los niños. Como método alternativo al castigo, que se basa en ofrecer otras alternativas y reforzarlas.

TABLAS DE PUNTOS PARA MEJORAR LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS
 Las tablas de puntos son un sencillo sistema, fácil de emplear. Es una técnica de economía de fichas.
La tabla de puntos para mejorar la mala conducta de los niños, consiste en una tabla donde anotamos las conductas deseadas. Por ejemplo: recoger los juguetes, comer solo, irse a dormir a la hora, hacer los deberes, etc. Cada vez que el niño realiza la buena conducta anotamos un punto, una pegatina, carita sonriente, etc… Al final de la tabla hay una casilla para contabilizar los totales.
Por otro lado tenemos que establecer con antelación una lista de premios que corresponden a un número de puntos obtenidos. Por ejemplo: ir al cine, jugar a un juego, elegir el postre, un juguete, etc.
La tabla de puntos para mejorar la conducta de los niños consiste en anotar las buenas conductas. Centrando la atención en éstas en lugar de en las malas, y ofreciendo así una alternativa al niño.

CONSEJOS PARA APLICAR LA TABLA DE PUNTOS PARA MEJORAR LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS

  1. Define de manera clara y especifica las conductas que desees reforzar. Es importante que dichas conductas se especifiquen claramente. Si nos limitamos a poner portarse bien, el niño no sabe lo que se espera de él, tienen que ser conductas más definidas como comer sentado, recoger los juguetes, etc.
  2. Diseña la tabla con ayuda del niño. Con un papel y una regla, hacemos una tabla. En la columna de la izquierda anotamos las conductas a reforzar y en la primera fila los días de la semana. En la fila de abajo contabilizamos el total de cada día y en la última casilla podemos contabilizar el total de puntos en la semana.
  3. Una vez hecha la tabla, elaboramos la lista de premios, definiéndolos con precisión y anotándolos en una hoja que tendremos siempre a la vista junto a la tabla de puntos.
  4. Establece tanto las conductas, como los premios junto con el niño, de manera consensuada. Es una forma de implicarle en la tarea y hacerle partícipe de su proceso.
  5. Pon la tabla y la lista de premios siempre a la vista del niño. Anota el punto en el momento en el que el niño haga la conducta deseada. No hagas demasiado grande el periodo de tiempo que abarca la tabla y no demores el premio.


Tomado de:  http://www.educapeques.com/escuela-de-padres/mejorar-conducta-ninos.html
Por: Tania Encalada
18 de marzo del 2015

CLAVES PARA EMPLEAR EL ESTILO EDUCATIVO MÁS EFECTIVO



EL ESTILO EDUCATIVO. CLAVES PARA EMPLEAR EL ESTILO EDUCATIVO MÁS EFECTIVO
El estilo educativo un tipo de relación educativa que se produce de forma inconsciente en las familias y en la escuela. Es una relación compleja e integral que hace referencia al tipo de disciplina, al tipo de afecto, al tipo de comunicación, al nivel de exigencia y de autonomía, etc. 

LOS ESTILOS EDUCATIVOS

ESTILO AUTORITARIO: Es un estilo educativo que tiene una sola dirección. Se caracteriza por ser excesivamente recto y con prohibiciones; el adulto es la autoridad y los niños y niñas se limitan a obedecer.
Alto nivel de exigencia y presión con los pequeños.
Aplicación de castigos y órdenes sin explicación, de forma constante.
Ausencia de dialogo. Los adultos imponen las normas, ordenan y castigan, no se paran a escuchar a los pequeños.
El pequeño no participa, solo se espera obediencia. Los adultos imponen las decisiones y la solución a los conflictos.
 


 CONSECUENCIAS EDUCATIVAS.
No suelen sentirse aceptados, su autoestima es baja. Suelen pensar que si no agradan a los demás no serán aceptados.
Son pasivos y tímidos, desarrollan ansiedad por obtener la aprobación de los demás.
Son niños y niñas sumisas y conformistas, no son líderes y aceptan la voluntad de los demás. Si no les dicen lo que tienen que hacer se sentirán perdidos e inseguros. Son niños y niñas muy obedientes pero también muestran altos niveles de dependencia.
Los niños y niñas criados con este estilo educativo, están acostumbrados a obedecer, no saben tomar decisiones. Esto hace que sean personas inseguras y llenas de miedos. Difícilmente tomarán una decisión por si solos, ya que temerán equivocarse, y tampoco sabrán solucionar conflictos.

ESTILO PERMISIVO: Este estilo educativo se caracteriza por escasos o nulos niveles de exigencia y control. Se les evitan conflictos y contrariedades a los pequeños y se les permite actuar como les plazca.
Ausencia de exigencias y de control.
No se les pide responsabilidades a los niños y niñas.
Los niños tienen demasiado poder, están sobreprotegidos, consentidos y mimados.
Nunca castigan a los niños y niñas. 
   

  
CONSECUENCIAS EDUCATIVAS
Incumplen las normas y no entienden el sentido de las mismas.
Anteponen sus deseos y necesidades.
Son egocéntricos, dependientes, y carecen de capacidad de esfuerzo y autocontrol.
No saben enfrentarse a problemas o contrariedades. No aceptan que alguien les diga que hacen algo mal.
Su auto concepto y su autoestima suelen ser bajos.
Son niños y niñas inseguras, ya que todo lo que hacen vale, no saben cuándo hacen bien o mal. No tienen la seguridad de saber cuándo están haciendo bien.
Los pequeños suelen ser irresponsables. No son capaces de tomar ninguna responsabilidad. Las consecuencias de sus actos y errores suelen atribuirlas a factores externos.

 ESTILO DEMOCRÁTICO: En este estilo educativo los pequeños son los protagonistas de su educación apoyados por la guía que les proporcionan los adultos. Tienen control y exigencia, pero basado en el dialogo, la comprensión y el afecto.
Este estilo se caracteriza por niveles adecuados de firmeza, control y exigencia, pero complementado con afectos y diálogos. Se establece un estilo educativo flexible.
Se escucha a los niños y se les aporta las razones de las normas.
Cuando es necesario se emplea el castigo.
La toma de decisiones conjunta, mediante la negociación y el dialogo.
La relación entre los pequeños y los adultos está basada en el respeto y la cooperación mutua.
En este estilo predomina la demostración de los afectos.
Se contribuye a que los pequeños asuman responsabilidades acordes a su edad.
  

CONSECUENCIAS EDUCATIVAS:
Como resultado de un estilo educativo democrático los niños y niñas son seguros de sí mismos y con niveles adecuados de autoestima y autocontrol.
Suelen tener éxito en las relaciones con los demás ya que saben cooperar y respetar a los demás.
El sentido de la responsabilidad de estos pequeños está bien desarrollado, saben tomar decisiones y colaborar en la solución de conflictos.
Son niños y niñas independientes, pero cariñosos.
¿Qué estilo educativo emplear?
El estilo educativo más idóneo ya que va a contribuir a un desarrollo sano, con niveles adecuados de seguridad y autoestima, es el estilo democrático.

CLAVES PARA ESTABLECER UN ESTILO EDUCATIVO DEMOCRÁTICO
  • Pon normas a los pequeños, claras y coherentes.
  • Debemos basarnos en el dialogo y la comprensión.
  • Muestra tu cariño y aceptación incondicional.
  • Aplica castigos cuando sean necesarios, pero nunca critiques a la persona, sino a la acción.
  • Fomenta una comunicación fluida y efectiva.
  • Ayuda a los niños y niñas a tomar sus propias decisiones.
  • Fomenta su responsabilidad, dejando que se ocupe por si mismo de determinadas cosas.
  • Limítate a guiar y orientar al pequeño, déjale que actué por sí mismo, pero nunca le dejes solo del todo.
  • Enséñales a solucionar conflictos
  • Hazles saber que les quieres. 
 Tomado de: www.educayaprende.com
Por: Tania Encalada
8 de marzo del 2015