sábado, 5 de julio de 2014

¿Qué hacer ante las malas contestaciones en los niños y niñas?



Cuando los pequeños toman como hábito responder a lo que les adultos les dicen, entramos en una dinámica de conflicto.

Los adultos se desesperan, no comprenden porque los pequeños responden y no saben cómo llevar esa situación.

En determinados momentos los niños y niñas se vuelven contestones. Cuando les corregimos responden. No aceptan lo que se les dice y quieren dar su opinión, eso es normal y no es malo, pero lo hacen de malos modos, y aquí es donde está el problema.

Es bueno que el pequeño de su opinión y que evalué críticamente lo que se le dice, pero debemos prestar atención al modo y la situación en la que lo hacen.

Ante una riña pueden explicar su punto de vista pero no deben contestar y entrar en una lucha con nosotros.

Porque contestan los niños y niñas

Los niños a lo largo de su crecimiento van desarrollando su personalidad, es importante que aprendan a establecer su propio criterio y que cuestionen lo que se les dice. Pero deben saber hacerlo con educación y desde el respeto. Debemos enseñarles que se puede dar la propia opinión, que de hecho es importante que lo hagan,  pero con buenos modos.

En estos momentos de desarrollo de la personalidad y formación de la propia identidad, es normal que los niños y niñas respondan y quieran tener opinión. A nivel emocional los pequeños necesitan desvincularse afectivamente de la figura de los padres como camino necesario para reafirmar su propia personalidad.

10 RECOMENDACIONES PARA EVITAR Y MANEJAR LAS MALAS CONTESTACIONES

1.    Ten en cuenta que no es nada personal contra nosotros. No lo tomes como un ataque personal, entiéndelo como parte normal del crecimiento y desarrollo del niño/a.

2.    Evita entrar en una lucha directa. No respondas con malos modos, no entres en un conflicto con ellos.

3.    Ante una mala contestación trata de averiguar lo que hay detrás de la misma. Si es porque está cansado, molesto por algo, que es lo que le desagrada para contestar así; o si simplemente es un hábito aprendido. Para ello pregúntale que es lo que le pasa, obsérvale cuando contesta.

4.    No debes dar demasiada importancia  a la mala contestación. Cuando damos importancia a algo lo podemos estar reforzando o entrando en una dinámica que queremos erradicar. En lugar de eso, cuando te conteste mal, ignórale hasta que lo haga adecuadamente y con educación.

5.    Explícale, sin alterarte y sin entrar en discusión, que si no te dice las cosas de manera adecuada no le vas a escuchar. Le puedes decir lo siguiente: “me parece bien que me expliques lo que no te gusta, pero no puedes decirlo gritando o contestando mal, si lo haces así no te voy a escuchar. Estaré encantado de dialogar contigo y que me expliques tu opinión, pero cuando me hables con educación.” Después de explicarle esto no le des más vueltas al tema, no hables más de ello, en todo caso repites lo que le has dicho de nuevo.

6.    Déjale claro que no vas a pasar las malas contestaciones, para ello no prestes atención a las mismas y haz que lo sepan: “ entiendo que no te guste esta norma o esta situación, pero no vamos a consentir que respondas mal”

7.    Emplea algún tipo de castigo que le haga reflexionar cuando tenga una mala contestación, como llevarle al rincón de pensar, etc.

8.    Modelado. Haz de ejemplo, no le respondas con una mala contestación y tampoco las emplees con otros miembros de la familia o personas.

9.    Cuando el pequeño nos dé su opinión, ya sea en contra de algo que le decimos, pero lo haga de una manera adecuada, con respeto, le atenderemos y le reforzaremos esa conducta.

10. No critiques nunca a la persona, critica la contestación, pero no al niño o niña.

Tomado de: http://www.educapeques.com

Por: Tania Encalada 
05 / 07 / 2014 

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