Como Mejorar las Relaciones de Pareja.
Todos algunas ves soñamos con formar un hogar, lleno de amor, paz y tranquilidad, sin embargo no todos llegamos a esta etapa tan anhelada ya que influye algunos factores.
El amor es un ente dinámico, la pareja esta compuesta
por DOS personas con diferentes formas de ser y de pensar, en la marcha de la
construcción del amor hay diferencias que causan tensión y que si no se tiene cuidado
con ellas progresivamente pueden crear complicaciones mayores a nivel emocional,
comunicativo, afectivo, sexual, etc.
Al ser una relación de DOS deben de amarse, quererse y
aceptarse tal y como son, con sus virtudes y defectos, PERO no falta TERCEROS infelices y frustrados que quieran dar opiniones sobre tu pareja y es ahí donde se debe estar
preparado ya que no se va a vivir con los amigos, ni con papá, mamá u hermano, ellos
quedan en segundo plano, gústeles o no deben de aceptar y respetar la decisión
que cada uno tomo, sin importar el estatus social, religión, edad, cultura, tradición,
etc.
Para que perdure una pareja el trabajo de ser en
equipo, caso contrario no tiene razón de ser, los problemas no resueltos en una
relación de pareja y si la comunicación no es clara y precisa, inevitablemente
habrá rabia, frustración, sentimiento de culpa y muchísimas suposiciones
infundadas. A su vez, la convivencia en la relación de pareja ofrece muchas
situaciones difíciles, ya que hay que lidiar cada día con las necesidades, los
deseos, las exigencias y las expectativas de la otra persona buscando un
equilibrio por mantener esa relación.
Los pilares para una buena relación serian la
confianza, respeto, empatía, cooperación y buena comunicación entre otros.
Si usted no ama a su pareja déjela libre, que sea
feliz con quien la valore y la acepta como es, desglosemos ahora cada punto
para de alguna manera mejorar la relación de pareja.
Ser Fiable: Un
factor muy importante en una relación de pareja es la confianza.
Muchas veces la confianza se manifiesta con detalles pequeños, como ser puntual
en las citas, recordar los compromisos, SOBRE TODO cumplir las promesas que
hacemos.
Ser coherente entre lo
que decimos y hacemos, y mostrar nuestra implicación en los detalles del día a
día. Una relación se basa en la confianza mutua, la otra persona debe
saber que cuenta con tu apoyo y que puede confiar en ti.
El respeto por encima de
todo: Todos nos enfadamos de vez en cuando, y es normal que
en una pareja surjan conflictos, alguna discusión u opiniones
encontradas. No se trata de no enfadarse nunca, o de no decir lo que nos
molesta: se trata de hablar siempre con respeto hacia la otra persona.
Los insultos, amenazas,
gritos o desvalorizaciones no han de tolerarse en ningún caso, pues son
una forma de violencia que hiere profundamente. Es importante saber gestionar
nuestras emociones para que la rabia no nos domine, es preferible tomarse
un tiempo antes de responder, o posponer la discusión a otro momento si estamos
muy nerviosos, antes que perder los papeles. Desde el otro lado, no debemos
tolerar nunca las ofensas a nuestra persona: es importante ponerles límite.
Algunas claves para una comunicación asertiva pueden seros de ayuda en estas
situaciones. Esto es aplicable a todas las relaciones, no solamente en la
pareja.
Las faltas de respeto lo
único que consiguen es separar emocionalmente y destruir el cariño entre dos
personas. Por lo que el respeto ha de estar siempre por encima de todo.
Cambiar las posiciones individuales
destructivas: Para tener una buena relación primero debo
estar bien conmigo mismo, trabajar en mí. Tener una sana autoestima y actitud
ante la vida nos permite evitar posiciones destructivas ante mi pareja.
Fomentar una buena
comunicación: No es necesario tener conversaciones
“profundas” cada día o hablar siempre de nuestros sentimientos y conflictos, pero
hemos de cuidar no irnos al otro extremo y que la comunicación en la
pareja no se centre exclusivamente en temas rutinarios.
Además de la atracción
física, en una pareja es importante un factor de conexión intelectual,
sentirnos comprendidos por el otro, y con la libertad para
hablar de cualquier tema, sobre todo de aquellos que más nos preocupan.
Saber manifestar de forma
asertiva lo que nos agrada y lo que no, hablar con fluidez de
nuestros sentimientos e inquietudes, expresar nuestras opiniones, sentirnos
escuchados por el otro y saber escuchar, tener charlas
interesantes sobre diversos temas, todo ello fomenta la cercanía y complicidad
con nuestra pareja.
Ser un “equipo”: Muchas
de las decisiones que tomamos, de forma directa o indirecta, terminan afectando
a nuestra pareja, así que lo más lógico sería tomarlas de común acuerdo,
como un equipo, y teniendo en cuenta al otro. De esta manera también
le demostramos que su opinión es importante para nosotros.
Cuando se crea el hábito
de tomar decisiones en pareja se fortalece la unión entre ambos.
También es importante
fomentar la confianza y el ser un “equipo”: establecer objetivos comunes,
compartir experiencias, y resolver juntos los problemas, habrá a veces
diferencias de opiniones, pero a pesar de ello es importante llegar a acuerdos
respetando la opinión de cada uno, y sentir al otro a nuestro lado (en
lugar de sentirse enfrentados.)
Es importante sentir
que nuestra pareja está “en nuestro lado”, la sensación de “ser del mismo
equipo” incluso ante las discrepancias o adversidades. (En contraposición a
sentirse enfrentado, luchando “contra” el otro, y ver a nuestra pareja como un
rival.)
Ser
considerado en la convivencia:
En la convivencia diaria es posible que tengamos algunas costumbres o hábitos
que molesten al otro y viceversa. Aunque parezcan detalles sin importancia
pueden ir creando roces poco a poco con el tiempo.
Por
ejemplo; si tu pareja te recrimina el dejar cosas fuera de lugar, los
platos sin lavar, fumar en el dormitorio, o dejar levantada abierta etc. y
estas conductas se mantienen mucho tiempo, son cosas que a la larga pueden ir
minando la relación de pareja. Si tu pareja te ha solicitado en
alguna ocasión un cambio en alguno de tus comportamientos o hábitos de
convivencia, el seguir manteniéndolos da muestra de inflexibilidad y egoísmo:
es como decirle que su opinión no te importa y que no estás dispuesto a cambiar
para mejorar vuestra convivencia.
También es
una muestra de cariño el tener pequeños detalles positivos hacia la otra
persona en nuestro día a día: preparar su plato favorito, dejar una nota
cariñosa o dando ánimos si sabemos que le espera un día duro, preguntar qué tal
le ha ido el día, un masaje en la espalda, Etc.
Evidentemente
estamos hablando de pequeños hábitos, no de rasgos de personalidad o cosas
así. No podemos pretender “cambiar” completamente a la otra persona, o
“ser otros” para agradar a nuestra pareja: lo que detallamos aquí
son pequeñas costumbres de convivencia que si podemos
modificar por el otro sin mucho esfuerzo.
Siempre
será necesaria la aceptación de algunas cosas que no nos gusta, pero hacer el
esfuerzo por cambiar pequeñas costumbres y fomentar buenos hábitos para
mejorar la convivencia nos acerca a nuestra pareja y hace más agradable el día
a día.
Ten consciencia de los problemas reales que hay que resolver: Sácate el vendaje de los ojos y observa qué es lo que está sucediendo en tu pareja. Puede ser que la rutina esté causando estragos, celos descontrolados, falta de entusiasmo o problemas de comunicación. Descubre la causa del problema para poder hallar una solución.
Expresa lo que para ti es aceptable o inaceptable: Tu pareja debe saberlo. Así evitarás que haga suposiciones y se creen mayores malentendidos. Si tu pareja es ajena a tus deseos o expectativas, nunca podrá ser capaz de satisfacerte. Lo mismo pasa contigo, tú debes estar al tanto de lo que para tu pareja es aceptable o no, así como de sus expectativas y deseos.
Sé un buen amigo de tu pareja: Eso implica que debes estar dispuesto a escuchar, a ayudar, apoyar, a preocuparte y a amar incondicionalmente.
Acepta sus diferencias con respecto a ti: Si
en vez de aceptar a tu pareja tal como es, intentas que se ajuste a la imagen
ideal que tienes en mente, no llegarás a conocerla, la acusarás de haberte
fallado, te enfadarás y le sentirás rencor.
Una buena relación de pareja se logra aceptando las
diferencias del otro y mirando sus virtudes. No sirve de nada que te enfoques
en sus defectos o en sus diferencias con respecto a ti.
Recuerda que tú y tu pareja vienen de familias diferentes, con distinta educación, costumbres y vivencias. Todo esto hace que las personas sean diferentes y que vean con ojos distintos las mismas situaciones.
Dale libertad: Como
seres individuales, todas las personas necesitan desarrollarse y tener sus
propias experiencias. Debes tener confianza y permitir que tu pareja se mueva
por el mundo sin temor de lo que tú vayas a pensar o decir. Tener sus propios
amigos, practicar algún deporte o pertenecer a algún grupo social es algo
saludable que ambos en la pareja deben tener el derecho de ejercer.
No juzgues ni critiques: La mayoría de las personas realizan cosas en sus vidas pensando que es lo mejor que podían hacer en ese momento. A nadie le gusta recibir críticas ni ser juzgado, la verdad que ninguna persona es perfecta como para juzgar o criticar a otro.
Vive el presente, deja el pasado en el pasado. No hay
forma de retroceder y cambiar el pasado, pero si se puede tener un buen
presente para que, en el futuro, tu pasado sea como tú quieres… ¿se entiende?
Las críticas generan resentimiento y sentimientos
negativos. Si algo no te gusta, háblalo sin criticar.
Pasa tiempo con tu pareja: Que sean seres individuales y distintos no significa que no tengan nada en común. Busca algo que a ambos les guste e invierte tiempo para compartirlo con tu pareja. A veces las cosas más insignificantes pueden lograr momentos fantásticos e imborrables.
También pueden hacer
intercambios. Por ejemplo, tú la puedes llevar a bailar porque a tu pareja le
encanta, y ella puede acompañarte a ver un partido, que es lo que a ti te
gusta.
Lo importante es que
lleguen a un acuerdo que los haga felices a ambos. Si se acompañan de mal
humor, es preferible que no lo hagan.
Estos aspectos entre
otros son de vital importancia en una relación de pareja.
Por: Tania D. Encalada E.
11/ 02 / 2021